"La Historia será amable conmigo, porque tengo intención de escribirla" - Winston Churchill -








martes, 15 de marzo de 2011

No es un día cualquiera


Si estás estudiando periodismo, tener una conversación de tú a tú con José María Iñigo durante el primer curso ya es un gran privilegio. Si te da lecciones de comunicación parece que no se puede pedir nada más. Pero, si además se repite, ya es algo soñado. Entonces aparece en escena Pepa Fernández. Si ya había sido fan suya desde que iba en pañales, hoy se aparece ante mí como un reto: conseguir algún día ser tan increíble como ella. Porque no sólo es una gran periodista radiofónica, una excelente comunicadora y una mujer entrañable. Lo mejor, es que es una gran persona. Que desde la ignorancia de alguien que está abandonando la adolescencia puedas sentir un ápice de similitud con ella, es increíble. Porque no puedo imaginar a una persona mejor para llevar a cabo mi primera entrevista.

En fin, si a alguien le apetece gastar una pequeña parte de su valioso tiempo leyendo las palabras de esta gran mujer mediante la entrevista de una aspirante a ser la mitad de buena que ella, un simple proyecto de periodista, una novata, aquí las tiene:
-  Antes de nada, Pepa, darte las gracias por esta entrevista y pedirte perdón porque es mi primera entrevista y por los fallos que pueda haber, y muchas gracias por habérnosla concedido.

-        Oye, a mi me emociona mucho que sea tu primera entrevista, y que tu primera entrevista sea conmigo. Así que no te preocupes y yo te echo todas las manos que necesites.

Pues muchas gracias. Que sea contigo ya es un placer. Bueno, Pepa, mi primera pregunta es Qué te lleva a elegir Ciencias de la Información como futuro.

-         Porque siempre me había gustado. Me gustaban dos cosas, en realidad: me gustaba la arqueología y me gustaba el periodismo, el periodismo radiofónico.  Yo tenía muy claro que quería hacer radio, porque me fascinaba la radio desde muy jovencita, escuchaba mucha radio, en mi casa sé escuchaba mucha radio. Siempre estaba una radio puesta y, aunque no la escucharas se oía de fondo. Entonces me parecía muy mágico, y tenía muy claro que quería dedicarme a eso.  Y mis profesores sé que pusieron el grito en el cielo, porque yo era buena en matemáticas y en otras cosas que parecía un poco más selectas. Y me dijeron “no hagas periodismo que eso lo hace mucha gente, haz ciencias clásicas, latín y griego, matemáticas…” y yo dije “no, no, no, no… Periodismo, que es lo que me gusta de verdad”. Porque creo que tienes que escoger lo que te hace feliz, lo que te gusta en la vida.

-           Pues me das píe con esta respuesta a la siguiente pregunta, porque precisamente con 19 años empezaste a trabajar en radio,…

-           ¡A  los 18 ya estaba trabajando!

-            … y desde 1999 presentas “No es un día cualquiera”. Y aunque  has sido colaboradora en televisión, efectivamente siempre se ha visto que te has decantado por la radio. Entonces, ¿en algún momento te has planteado enfocar tu carrera en otra dirección?

-          No, porque estoy en el medio que me hace feliz, y cuando una cosa te hace muy feliz ya no piensas en que haya otra cosa que te pueda hacer más feliz, porque ya no lo necesitas. Así que yo creo que la radio es un amor de estos para toda la vida. Y, es más, la gente de la radio que se va a la tele sigue soñando con volver a la radio.

-           Y ahora, un poco más en relación a nuestro trabajo, que es, concretamente, “La mujer en la radio”  Entonces, tú, como mujer, ¿te has sentido rechazada en algún momento o has visto compañeras, que lo hayan sufrido? ¿Cómo ha sido tu experiencia en este mundo?

-           Rechazada no, pero sí que he tenido las complicaciones que suele suponer ser mujer, ser madre de familia, tener que ocuparte de otras cosas… además de tu profesión. El periodismo es una profesión muy exigente y, a veces, tienes que renunciar a otras cosas para poderlo ejercer en plenitud. Eso sí lo ha notado. Es más, yo sólo tengo un hijo pero cuando estaba prácticamente a punto de parir no me renovaron un contrato en una emisora radiofónica en la que estaba, y me dijeron “no, ahora, claro, como vas a tener un niño…”. Pues viví en mi propia carne, en mi propia piel, lo que significa el ser discriminado por la maternidad. Eso fue ya hace mucho años y ya casi lo he olvidado, pero es una experiencia muy triste para una mujer profesional, y, sobre todo, para una mujer que quiere dar lo máximo de sí.
      
-           Y habrás visto una evolución desde el momento en el que empiezas en la radio. Ahora, por ejemplo, hay muchas más mujeres que se dedican a este medio. ¿Cómo ha sido esa evolución, tú como la has vivido?

-          Ayer lo comentaba. Cuando yo me hice cargo de este programa en el 99 nuestra competencia era, prácticamente, toda masculina. El 80% de la competencia era masculina. Y ahora el 80 % de la competencia es femenina  Es decir, sí que ha cambiado. Yo creo que hay muchas más mujeres también estudiando la carrera. Las universidades, las facultades de periodismo en las universidades españolas hay más mujeres estudiando periodismo que hombres. Eso significa que, lógicamente, dentro de unos años habrá muchas más mujeres periodistas que hombres periodistas.

-            Pues me alegra mucho, porque, de hecho, es lo que estamos estudiando, y eso nos anima un montón. Y ahora un poco más con relación al programa.  Algo que os caracteriza es que siempre tratáis a vuestro público como “escuchantes”, y no como “oyentes”. Me parece que es algo de lo más relevante que se utiliza en el lenguaje de este programa. Entonces, ¿por qué le dais tanta relevancia a este término?

-            Porque pensamos que oír no es lo mismo que escuchar. Escuchar significa oír con atención. Y, claro, cuando tú estás trabajando en la radio o cuando estás hablando con alguien lo que pretendes es que te oiga con atención, no que te oiga. Porque tú puedes oír un estruendo, o como llueve, o puede oír el mar… pero no estás escuchando o prestando atención. Entonces, es una manera de decir que te gusta que la gente preste atención a lo que estás contando, a lo que están contando las personas que están en la radio. Esa es la diferencia. Pero es una palabra que nos sugirió un oyente, es decir, una persona que nos escuchaba nos dijo “Es una palabra muy bonita, ¿por qué no la utilizáis?”.  Entonces estuvimos mirando y vimos que era una palabra que utilizaba Cervantes también, y dijimos “Venga”. La incorporamos porque es muy bonita y tiene un significado muy especial para la gente de la radio. No vamos a olvidar que, cuando empezó la radio, se hablaba del público en términos de radioescuchas, es decir, personas que escuchaban la radio. Es un término parecido a “escuchantes”.        

-           Y, bueno, 12 años de programa, hace poco habéis alcanzado el programa 1000, lo que supone 500 fines de semana haciendo radio… ¿Cómo os sentís sabiendo la corta vida que tiene hoy día un programa en cualquier medio de comunicación donde las audiencias lo son todo?

-           Nos sentimos unos privilegiados. Y, sobre todo, unos valientes por haber resistido tanto. No es fácil resistir tanto tiempo, pero no es mérito nuestro. Es mérito, primero, de Radio Nacional, que sigue confiando en nosotros, y es mérito, sobre todo, de los “escuchantes”, que son los que nos permiten volver todos los fines de semana. Porque con su seguimiento, con su cariño, con la asistencia a los programas en directo, y, sobre todo por los datos del EGM, significa que están atentos a lo que hacemos y sigue interesándoles el programa. Por eso resistimos.

-           Para terminar, y un poco dándoos mi enhorabuena también por ello, Premio Ondas 2008 a la Trayectoria Profesional, dos Micrófonos de Plata, la Antena de Oro, Premio Ondas 2003 al mejor programa de radio de difusión  nacional, y, bueno, esta misma noche te han otorgado a tí, precisamente, el premio de la Asociación de Periodistas e Informadores de Prensa; Radio y Televisión… ¿qué os queda? ¿y ahora qué?

-         Pues yo creo que ahora empezaremos otra vez. Aquí está Victoria, que ha recogido conmigo  muchos premios. Victoria y David son los Jefes de Producción de este programa, y digo jefes porque productores no hay más. Pero sin compañeros como estos no habríamos llegado a tener ningún premio. Somos un equipo bien avenido, contento, y eso es, yo creo que lo mejor. Más que los premios, que nos encantan porque siempre son una palmada en la espalda que te dice “Venga, adelante”, o que lo estás haciendo bien, el premio más importante es trabajar con gente a la que quieres y con la que te entiendes muy bien y con la que eres feliz. Y es nuestro caso. Así que, el único premio al que aspiramos es a seguir manteniendo el cariño entre nosotros, y el buen trabajo.

-           Pues muchas gracias, Pepa, por esta entrevista.

-           Gracias a ti.

-          Y animarte a seguir haciendo el programa durante mucho tiempo porque es genial. Muchas gracias. 

-        -   Y besos a vuestro padres.


No hay comentarios:

Publicar un comentario