"La Historia será amable conmigo, porque tengo intención de escribirla" - Winston Churchill -








miércoles, 23 de marzo de 2011

Sergio Llull: la apuesta blanca

Escrito por Laura López Lázaro
Publicado en www.mandapelotas.com


Al ritmo del cantico “Llull, Lull, Llull…” iniciado hace varias temporadas en Vistalegre y que podemos escuchar con frecuencia en la Caja Mágica, el menorquín se ha abierto paso en el panorama baloncestístico para convertirse en uno de los mejores jugadores de la liga española. Más aún, Llull está considerado como el máximo estandarte del Real Madrid dentro de la actual plantilla, algo que sólo ha sido alcanzado por unos pocos afortunados.
Sergio Llull Melià comenzó su carrera profesional en 2002 en las filas del La Salle Mahón, pero pronto pasó a formarse en las canteras del Manresa. Debutó con el primer equipo en ACB el 8 de enero de 2006, ante el Lagun Aro Bilbao Basket.  Así, hasta su fichaje en 2007 por parte del club blanco. Una de las principales virtudes de este jugador es su versatilidad. Aunque inicialmente se le clasifica como base, esta característica le permite jugar como escolta –posición que ocupa cada vez con más frecuencia –, pues además de ser todo un atleta y hacer muestra de su enorme derroche físico en cada partido, tiene un gran tiro exterior. Llull es el base perfecto para jugar defendiendo con presión a todo campo, pues la agilidad de sus manos y su gran velocidad resultan ideales para conducir el balón.   
Tampoco se esconde en los momentos delicados del partido, algo característico en los jugadores llamados a convertirse en la máxima representación de un club. Aunque resulta un jugador muy completo, a sus 23 años aun le espera  un amplio margen de progresión. Y no sólo en el Real Madrid, puesto que está llamado a ser uno de los líderes en la selección. No obstante, su palmarés es más que destacable: sus vitrinas ya soportan un oro y una plata conseguidos en los Europeos con las categorías inferiores de la Selección (2004 y 2007, respectivamente), una Liga ACB ganada con el Real Madrid en 2007 y la medalla de oro conseguida junto a la Selección absoluta en el Europeo de 2009.
Sin embargo, hay quien lo acusa de no atravesar por su mejor momento. Aunque los números de la actual campaña lo avalan, pues ha sido titular en todos los partidos del club blanco disputando casi 27 minutos de media en cada uno de ellos, cuenta con una valoración media de 11.7 y una anotación de 11.8 puntos por partido, es cierto que no es la mejor temporada que está disputando desde su llegada a la capital. También se tachó de mediocre su participación en el último Mundial de Turquía, al que llegó lesionado y acabó contando bastante poco para el seleccionador español Sergio Scariolo. Pero Llull tiene la capacidad de aparecer cuando su equipo más lo necesita: enchufa al público, levanta el ánimo de sus compañeros, consigue contraataques imparables y se convierte en un lanzador de triples infalible en los momentos de máxima tensión.
Con todo ello, Sergio se convierte en un jugador que cualquier entrenador querría tener en su banquillo. El menorquín ha confesado que su mayor sueño profesional es conquistar la Euroliga. Pues bien, este jueves tiene la oportunidad de liderar a su equipo ante el Power Electronic Valencia hasta una segunda victoria que los situaría un poco más cerca de ese sueño.  




twitter: Lau3L

martes, 15 de marzo de 2011

No es un día cualquiera


Si estás estudiando periodismo, tener una conversación de tú a tú con José María Iñigo durante el primer curso ya es un gran privilegio. Si te da lecciones de comunicación parece que no se puede pedir nada más. Pero, si además se repite, ya es algo soñado. Entonces aparece en escena Pepa Fernández. Si ya había sido fan suya desde que iba en pañales, hoy se aparece ante mí como un reto: conseguir algún día ser tan increíble como ella. Porque no sólo es una gran periodista radiofónica, una excelente comunicadora y una mujer entrañable. Lo mejor, es que es una gran persona. Que desde la ignorancia de alguien que está abandonando la adolescencia puedas sentir un ápice de similitud con ella, es increíble. Porque no puedo imaginar a una persona mejor para llevar a cabo mi primera entrevista.

En fin, si a alguien le apetece gastar una pequeña parte de su valioso tiempo leyendo las palabras de esta gran mujer mediante la entrevista de una aspirante a ser la mitad de buena que ella, un simple proyecto de periodista, una novata, aquí las tiene:
-  Antes de nada, Pepa, darte las gracias por esta entrevista y pedirte perdón porque es mi primera entrevista y por los fallos que pueda haber, y muchas gracias por habérnosla concedido.

-        Oye, a mi me emociona mucho que sea tu primera entrevista, y que tu primera entrevista sea conmigo. Así que no te preocupes y yo te echo todas las manos que necesites.

Pues muchas gracias. Que sea contigo ya es un placer. Bueno, Pepa, mi primera pregunta es Qué te lleva a elegir Ciencias de la Información como futuro.

-         Porque siempre me había gustado. Me gustaban dos cosas, en realidad: me gustaba la arqueología y me gustaba el periodismo, el periodismo radiofónico.  Yo tenía muy claro que quería hacer radio, porque me fascinaba la radio desde muy jovencita, escuchaba mucha radio, en mi casa sé escuchaba mucha radio. Siempre estaba una radio puesta y, aunque no la escucharas se oía de fondo. Entonces me parecía muy mágico, y tenía muy claro que quería dedicarme a eso.  Y mis profesores sé que pusieron el grito en el cielo, porque yo era buena en matemáticas y en otras cosas que parecía un poco más selectas. Y me dijeron “no hagas periodismo que eso lo hace mucha gente, haz ciencias clásicas, latín y griego, matemáticas…” y yo dije “no, no, no, no… Periodismo, que es lo que me gusta de verdad”. Porque creo que tienes que escoger lo que te hace feliz, lo que te gusta en la vida.

-           Pues me das píe con esta respuesta a la siguiente pregunta, porque precisamente con 19 años empezaste a trabajar en radio,…

-           ¡A  los 18 ya estaba trabajando!

-            … y desde 1999 presentas “No es un día cualquiera”. Y aunque  has sido colaboradora en televisión, efectivamente siempre se ha visto que te has decantado por la radio. Entonces, ¿en algún momento te has planteado enfocar tu carrera en otra dirección?

-          No, porque estoy en el medio que me hace feliz, y cuando una cosa te hace muy feliz ya no piensas en que haya otra cosa que te pueda hacer más feliz, porque ya no lo necesitas. Así que yo creo que la radio es un amor de estos para toda la vida. Y, es más, la gente de la radio que se va a la tele sigue soñando con volver a la radio.

-           Y ahora, un poco más en relación a nuestro trabajo, que es, concretamente, “La mujer en la radio”  Entonces, tú, como mujer, ¿te has sentido rechazada en algún momento o has visto compañeras, que lo hayan sufrido? ¿Cómo ha sido tu experiencia en este mundo?

-           Rechazada no, pero sí que he tenido las complicaciones que suele suponer ser mujer, ser madre de familia, tener que ocuparte de otras cosas… además de tu profesión. El periodismo es una profesión muy exigente y, a veces, tienes que renunciar a otras cosas para poderlo ejercer en plenitud. Eso sí lo ha notado. Es más, yo sólo tengo un hijo pero cuando estaba prácticamente a punto de parir no me renovaron un contrato en una emisora radiofónica en la que estaba, y me dijeron “no, ahora, claro, como vas a tener un niño…”. Pues viví en mi propia carne, en mi propia piel, lo que significa el ser discriminado por la maternidad. Eso fue ya hace mucho años y ya casi lo he olvidado, pero es una experiencia muy triste para una mujer profesional, y, sobre todo, para una mujer que quiere dar lo máximo de sí.
      
-           Y habrás visto una evolución desde el momento en el que empiezas en la radio. Ahora, por ejemplo, hay muchas más mujeres que se dedican a este medio. ¿Cómo ha sido esa evolución, tú como la has vivido?

-          Ayer lo comentaba. Cuando yo me hice cargo de este programa en el 99 nuestra competencia era, prácticamente, toda masculina. El 80% de la competencia era masculina. Y ahora el 80 % de la competencia es femenina  Es decir, sí que ha cambiado. Yo creo que hay muchas más mujeres también estudiando la carrera. Las universidades, las facultades de periodismo en las universidades españolas hay más mujeres estudiando periodismo que hombres. Eso significa que, lógicamente, dentro de unos años habrá muchas más mujeres periodistas que hombres periodistas.

-            Pues me alegra mucho, porque, de hecho, es lo que estamos estudiando, y eso nos anima un montón. Y ahora un poco más con relación al programa.  Algo que os caracteriza es que siempre tratáis a vuestro público como “escuchantes”, y no como “oyentes”. Me parece que es algo de lo más relevante que se utiliza en el lenguaje de este programa. Entonces, ¿por qué le dais tanta relevancia a este término?

-            Porque pensamos que oír no es lo mismo que escuchar. Escuchar significa oír con atención. Y, claro, cuando tú estás trabajando en la radio o cuando estás hablando con alguien lo que pretendes es que te oiga con atención, no que te oiga. Porque tú puedes oír un estruendo, o como llueve, o puede oír el mar… pero no estás escuchando o prestando atención. Entonces, es una manera de decir que te gusta que la gente preste atención a lo que estás contando, a lo que están contando las personas que están en la radio. Esa es la diferencia. Pero es una palabra que nos sugirió un oyente, es decir, una persona que nos escuchaba nos dijo “Es una palabra muy bonita, ¿por qué no la utilizáis?”.  Entonces estuvimos mirando y vimos que era una palabra que utilizaba Cervantes también, y dijimos “Venga”. La incorporamos porque es muy bonita y tiene un significado muy especial para la gente de la radio. No vamos a olvidar que, cuando empezó la radio, se hablaba del público en términos de radioescuchas, es decir, personas que escuchaban la radio. Es un término parecido a “escuchantes”.        

-           Y, bueno, 12 años de programa, hace poco habéis alcanzado el programa 1000, lo que supone 500 fines de semana haciendo radio… ¿Cómo os sentís sabiendo la corta vida que tiene hoy día un programa en cualquier medio de comunicación donde las audiencias lo son todo?

-           Nos sentimos unos privilegiados. Y, sobre todo, unos valientes por haber resistido tanto. No es fácil resistir tanto tiempo, pero no es mérito nuestro. Es mérito, primero, de Radio Nacional, que sigue confiando en nosotros, y es mérito, sobre todo, de los “escuchantes”, que son los que nos permiten volver todos los fines de semana. Porque con su seguimiento, con su cariño, con la asistencia a los programas en directo, y, sobre todo por los datos del EGM, significa que están atentos a lo que hacemos y sigue interesándoles el programa. Por eso resistimos.

-           Para terminar, y un poco dándoos mi enhorabuena también por ello, Premio Ondas 2008 a la Trayectoria Profesional, dos Micrófonos de Plata, la Antena de Oro, Premio Ondas 2003 al mejor programa de radio de difusión  nacional, y, bueno, esta misma noche te han otorgado a tí, precisamente, el premio de la Asociación de Periodistas e Informadores de Prensa; Radio y Televisión… ¿qué os queda? ¿y ahora qué?

-         Pues yo creo que ahora empezaremos otra vez. Aquí está Victoria, que ha recogido conmigo  muchos premios. Victoria y David son los Jefes de Producción de este programa, y digo jefes porque productores no hay más. Pero sin compañeros como estos no habríamos llegado a tener ningún premio. Somos un equipo bien avenido, contento, y eso es, yo creo que lo mejor. Más que los premios, que nos encantan porque siempre son una palmada en la espalda que te dice “Venga, adelante”, o que lo estás haciendo bien, el premio más importante es trabajar con gente a la que quieres y con la que te entiendes muy bien y con la que eres feliz. Y es nuestro caso. Así que, el único premio al que aspiramos es a seguir manteniendo el cariño entre nosotros, y el buen trabajo.

-           Pues muchas gracias, Pepa, por esta entrevista.

-           Gracias a ti.

-          Y animarte a seguir haciendo el programa durante mucho tiempo porque es genial. Muchas gracias. 

-        -   Y besos a vuestro padres.


lunes, 14 de marzo de 2011

Porque no es tan difícil evitar la muerte de muchos animales en nuestras carreteras

Siempre me ha molestado la falta de seguridad en el borde de las carreteras para evitar que los animales entren en ellas. Así, cada vez es más frecuente encontrar animales destrozados en las cunetas, las líneas divisorias entre ambos carriles o cualquier otra parte de la calzada. Esto parece menos frecuente cuando hablamos de autopistas y autovías, ya que muchas de ellas cuentan con sistemas de vallado que impiden el paso a estos animales. ¿Por qué entonces no se invierte más dinero en las carreteras convencionales para evitar estas muertes innecesarias?

El principal argumento que podemos encontrar oponiéndose a esta medida es la limitación de movilidad que supondría para los animales la colocación de estas vallas. Incluso se puede llegar a oír que la implantación de estas podía acarrear un efecto barrera que tendría peores consecuencias que los propios atropellos eventuales. He estado leyendo diferentes posturas acerca de esta cuestión, pero mi principal referencia se encuentra en un proyecto realizado por la Asociación Española de la Carretera (AEC), y financiado por el Ministerios de Industria, Turismo y Comercio, titulado “Vallados permanentes” en la web www.wikivia.org, y al cual podréis acceder directamente a través del siguiente enlace:


Descubrir la intención de esta página es algo complejo, al menos para mí. Para empezar, nos expone lo poco acertado que puede resultar instalar vallas así como así. Además, en ella podemos leer que en zonas de baja intensidad de tráfico, es necesario esperar a que se produzca una alta mortalidad de individuos antes de que se tome la decisión de instalar vallas, todo ello argumentado a partir de la idea del efecto barrera. ¿Tenemos que esperar a que la supervivencia de las poblaciones esté en peligro para empezar a actuar? Y cuando escribo que no entiendo qué intención tienen con esta exposición, me refiero a que, justo después de promulgar estas ideas, ofrecen posibles soluciones a este problema.

Estas soluciones son muy parecidas a las que yo quería plasmar en mi argumentación inicial. Por experiencia propia, puedo afirmar que las carreteras convencionales almerienses, comúnmente sin vallado, cuentan con viaductos destinados en la mayor parte de ocasiones al regadío, o senderos y puentes que permiten cruzar a los animales ofreciéndoles un desvío alternativo a la carretera. Sin embargo, no cuentan con ninguna protección para que no accedan a  esta. También hay que tener en cuenta que estas carreteras cuentan con menor visibilidad que cualquier autovía; pues, a menudo, recorren zonas rurales donde comprenden un trazado antiguo con abundancia de curvas. Además, al situarse en áreas próximas al campo, la afluencia de animales es importante. Sin embargo, el número de vehículos que circulan por la zona parece no ser suficiente para que podamos contar con estas medidas.

Una vez más, aludiendo a mi experiencia personal, puedo comentar que en los escasos treinta kilómetros que separan la capital del pueblo donde solía vivir es difícil no cruzarse con algún animal atropellado, y es muy frecuente encontrar a más de uno en un solo recorrido. Durante mi corta experiencia al volante (y cuando digo corta me refiero a meses) he estado a punto de atropellar a un zorro y a un par de perros, en diferentes ocasiones, además de haberme cruzado con otros tantos que caminaban felizmente en la orilla de la carretera. Afortunadamente, he tenido la suerte de poder esquivarlos, pero esto no es lo que suele ocurrir.

Pero es que no sólo tenemos por qué referirnos a las muertes de los animales atropellados; pues, sin restarle importancia, debemos comentar que los atropellamientos tienen más consecuencias añadidas, ya sean desperfectos en los vehículos protagonistas en el acto o, incluso, los problemas referidos a la salud de sus ocupantes  derivados del accidente, teniendo en cuenta que podrían ocasionarle incluso la muerte. Un estudio realizado por la DGT expone que, en 2008, 12.387 accidentes de tráfico fueron provocados por animales sueltos en las carreteras, el 80% de los cuales tuvieron lugar en carreteras convencionales. 

No dejamos de urbanizar, asfaltar y edificar; y así conseguimos destruir el hábitat de muchos animales. El progreso en completamente necesario, sí, pero no a cualquier precio. Estudios publicados por Ecologistas en Acción afirman que cada año mueren más de diez millones de animales vertebrados en las carreteras, excluyendo entonces los insectos. Así que creo que deberíamos pararnos a reflexionar un momento para concluir que no es tan difícil reducir este número. Hay muchas cosas que podemos hacer para conseguirlo: vallas, señalización o pasos alternativos que supondrían una gran mejora en la vida de estas especies. Se me plantea entonces una cuestión: ¿a caso el mayor impedimento para llevar a cabo estas medidas será su coste económico?   




Fotos adquiridas desde documentales.pe y automocionblog, respectivamente.